Ezcaray – Valgañón-Hayedos – día 2: Caramba con las cuestas y el desviador

Ruta realizada el Martes 26/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.7 km
1050 m
218 Km Distancia Madrid
5h21'
3h26'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Valganon-hayedos-20211026.gpx
Reproductor audio crónica:

Comenzamos el segundo día en Ezcaray levantándonos a las 8:30 con un desayuno frugal de yayos consistente en; café con leche, bizcocho casero, pan con aceite, jamón york, queso curado, yogur con bífidos y uvas de la tierra. Yo por mi parte conseguí procesar las judías pintas a la espera de una nueva remesa que ya contaré.

Con la sandía llena, cargamos el coche con las bicis para acercarnos a Valgañón y ahorrarnos 2×5 km que nos supo a gloria al terminar la etapa. Como era de esperar, no había nadie en Valgañón y salimos tranquilamente a subir los primeros 500m de desnivel. Félix (y Juan el del hotel Trueno) nos advirtió que el inicio tenía tela.

Nos pasamos con el uno-uno los 3 primeros kilómetros con una media del 15% de desnivel. Los yayos que se pusieron ciegos a desayunar (como en los viejos tiempos) no pudieron transportar la sandía y no tardaron en poner pie. A Domingo incluso se le revolucionó el marcapasos.

Los Yayos y las puñeteras cuestas

La verdad es que los primeros kilómetros no pudimos apreciar la belleza del monte, pero al llegar a la primera cima disfrutamos como enanos con la niebla despejándose y todos los colores en su plenitud.

Aprovechamos también para sacarnos la foto de grupo que será la portada del viaje.

Y a pasear a retortijón que ya quería volar

El resto de la ruta tuvimos una pendiente razonable y pudimos contemplar la belleza de los árboles y vegetación de la Rioja. Para muestra una selección:

En el kilometro 14 en el collado de los cargadores nos salimos de la pista y creímos que íbamos a entrar en una de nuestras famosas caminatas Cross country, pero afortunadamente tras pasar algunos árboles de la Dana de la Rioja enlazamos por un sendero espectacular

Al final del sendero nos topamos con unos cazadores que se estaban dando un homenaje a base de vino y carne que se habían colocado en medio del camino con caravana, barbacoa con gas y todo tipo de bebidas. Nos ofrecieron incluso algo de vino, pero no vimos ninguna paloma capturada (vamos que de cazar poco).

El resto del camino mezclamos senderos con pistas con unos colores y texturas impresionantes.

Todo transcurría perfectamente hasta que se rompió el cambio de Domingo. Su desviador dejo de tensarse y tuvo que usar el plato grande para no dejar la cadena colgando. Afortunadamente, ya sólo quedaba la cuesta abajo hacia Vagañón, pero como las malas noticias nunca vienen solas, el camino de bajada previsto en el track era impracticable por lo que tuvimos que volver por otra pista y enlazar con la que habíamos subido al principio. Resulta que también tenía subidas y añadimos 150 m de desnivel extra que a Domingo le sentó muy bien con su plato grande.

Y por su puesto, encontramos el árbol en el que Félix por fin pudo encaramarse.

Yayo encaramado

Al final llegamos a Valgañón sobre las 3 pm y decidimos quedarnos a comer en el pueblo, concretamente en el restaurante La Parra. Juan del Hotel nos avisó que la dueña era especial (un eufemismo de muy especial) y prohibimos a Félix que interactuara con la susodicha. Al final nos dio de comer, pero dentro (afuera no servía) y que dejáramos las bicis fuera que no se la iban a llevar nadie, que había venido uno con una bici de 15.000 € y que la dejó fuera todo el día sin problemas. La conversación en el restaurante fue kafkiana, la señora entendió que yo era constructor de alto postín y estuvo toda la comida regañándonos con que no se iban a llevar nadie las bicis.

A pesar de todo, comimos razonablemente unas judías pintas y unos pimientos rellenos todo por 15€ por cabeza.

Los yayos con la sandia llena , nuestras bicis a la derecha y la bici de 15.000€ que nadie se lleva a la izquierda

Mi segundo plato de judías en dos días tuvo efectos demoledores. Pasé de una fase efusiva a estromboliana con una transición hawaiana. El grupo me estuvieron analizando los gases para poder estimar cuando terminaría el proceso.

Finalmente, volvimos al hotel Trueno y empezamos la visita turística a Haro, Sajazarra y Cellorigo, pero eso es otra historia.

Otras fotos: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos


3 comentarios en “Ezcaray – Valgañón-Hayedos – día 2: Caramba con las cuestas y el desviador”

  1. Genial Alfredo. Visto en la distancia fue muy divertida pero tengo sueños recurrentes con los primeros cuestones. Pero valió mucho la pena, la verdad. Una ruta espectacular

  2. La ruta es espectacular y cogimos el hayedo en su esplendor con árboles en tres colores: verde, amarillo y ocre. El suelo tapizado de hojas ocres y los troncos en un gris verdoso. Tiempo fresco que no evitó que sudáramos tinta de calamar en los cuestiones iniciales. Buena crónica, Alfredo.

Los comentarios están cerrados.